La importancia de ser amable.
Aún hoy en el sector de franquicia, resulta raro de oír hablar de «medir» la calidad del servicio, y cuesta entender la importancia de estos programas que al medir la satisfacción del cliente en los diferentes aspectos de la relación, ayudan mejor a redireccionar la cuenta de gastos de la compañía y así a mejorar su rentabilidad.
Pero más raro aún resulta prestar atención a la carga emotiva que supone la prestación de un servicio o la venta de un producto. A las personas y al consumidor, nos gusta que nos traten bien, que sean agradables con nosotros, y esto lejos de suceder en nuestros actos de consumo diarios empieza a constituir una rara excepción.
Ya he hablado alguna vez de marketing experiencial y de lo importante que es la carga emotiva que experimenta el cliente a la hora de comprar un producto o recibir un servicio, su experiencia asociada al acto de la transacción, y sin embargo me cuesta ver franquicias que se caractericen o tengan como valor asociado a su marca la amabilidad y el trato a la hora de prestar el servicio.
Dicho de otra manera, si digo en el mercado de coches «seguridad» todos diremos VOLVO. Pero si digo en franquicia » amabilidad» ¿quién decimos?.
Probablemente el primero que sea capaz de «adueñarse» de este concepto, se ganará la fidelidad de sus clientes y en consecuencia ganará más dinero que los demás. Alguno obstará…» es que formar así al personal tiene un coste y no es fácil…». Tiene razón, triunfar y ganar dinero no es fácil, sino todos seriamos millonarios.