Franquicia: Dentro del laberinto
Esta mañana de domingo mis «obligaciones» familiares me han llevado al Parque del Laberinto de Barcelona, y la verdad es que a pie raso y con tres niños he tardado un rato en encontrar la Salida, de hecho no la he encontrado yo).
Lo curioso y lo que me ha dado que pensar era el comportamiento humano en el proceso de aprendizaje de «encontrar la salida». A veces yo veía a alguien que me decía..»por aquí no hay salida queda cerrado» y sin embargo en vez de dar media vuelta y de fiarme de la información seguía el camino hasta comprobar personalmente que efectivamente no había salida. Obviamente lo hacía porque no confiaba en los consejos de un desconocido que pensaba se podía equivocar o que igual no habían visto bien o simplemente no tenia ni idea. Con el paso de los minutos el laberinto se iba llenando de «encuentros» entre las mismas personas que cada vez más angustiadas se preguntaban como podía ser que ellos (padres adultos que andaban) no podían encontrar la salida, cuando si lo hacían los niños que corrían de un lado a otro en su inconsciente ensayo y error, libre de todo prejuicio.
Al cabo de un rato he visto a mi hijo mayor que había encontrado la salida y había llevado allí a su hermana, mientras mi mujer y yo con el carrito del bebé seguíamos andando en busca de una solución, ( con alegría, eso sí). Lo hemos visto porque estaba en lo alto de una construcción que marcaba la salida, lo cual obviamente le daba legitimidad para indicarnos el camino y seguir sus instrucciones. Lo cierto es que nos ha venido a buscar y a pesar de que nos indicaba el camino en voz alta, ( no había lugar al secreto ni a competición ninguna) y aún así y que había gente ya «hartita», nadie más nos ha seguido…porque seguramente no le habían visto en la salida del laberinto y por eso para ellos no tenía legitimidad.
Digamos ahora que nuestro mundo de franquicia es el laberinto, lleno de franquiciadores que buscan la salida.
Los que la han encontrado, como las familias que lo habían hecho esta mañana en el parque, no tienen ningún interés en ayudar a las otras franquicias que además se empeñan en encontrar la salida por si solas «les digan lo que les digan». Por otro lado, cuando alguien encontró el camino y les quiere enseñar cobrando por ello (consultor), los franquiciadores siguen empeñándose (por no pagar, o porque no hay legitimidad porque no vieron al tipo en la salida del laberinto) en hacerlo ellos por su propio camino y sin ayuda. La opción ciertamente es libre, y de hecho si el coste de no recibir ayuda es el de una tranquila mañana soleada de domingo buscando la salida en familia, el precio es más que razonable, pero cuando el laberinto es muy grande y puede llegar uno a no salir de él en meses o en años, cayendo en la «insoportable levedad del ser en franquicia» pagar al tipo que sabe la salida ya no es una cosa que moleste tanto.
En cualquier caso, aprender de los otros cuesta…( a mi me costaba esta mañana), sin embargo aprender de los que encontraron la salida cuesta menos,…así que el dilema es ahora más simple, basta con levantar la cabeza y mirar «quién sabe de franquicia lo suficiente para ayudarnos y quién no»…están ahí, a la salida del laberinto…si levantas la cabeza…se ven.
Cierro paréntesis publicitario. por una vez….no pasa nada.