Un domingo cualquiera, me ha dado por pensar en algo de lo que hasta ahora no he escrito nada: La verdadera fuerza de una cadena reside en su capacidad para aunar voluntades en una sola dirección. ¿Nos preocupamos de eso? ¿le damos importancia a los objetivos de la cadena? ¿Informamos de ellos a los franquiciados?, ¿de cuales son?, ¿Les hacemos ver lo importante que es para ellos también que la cadena los consiga?. El viejo refrán del mar dice, «el barco sin rumbo va contra las rocas». Es bueno que los franquiciados sepan a donde vamos, a fin de cuentas ellos han de remar hacía ahí….o no?
Ah….!!!!! y la convención es un buen momento para informar de ello.