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El Blog de la Franquicia
Frankizia
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La Expansión Internacional no es una emoción

Para completar lo publicado hoy por Miguel de Santiago en la web de Frankizia ( ¿y si crecemos en nuevos mercados ?) respecto a la expansión Internacional rescato un post que no tenia publicado aquí­ sino en otro website pero que seguro ayuda a comprender cosas:

«Cuando uno ha tenido la suerte de trabajar con gente con mucha experiencia a nivel de expansión internacional de franquicia, suele observar con sorpresa «el despiste» general que hay respecto al tema. A nivel simplemente de formación me gustarí­a alertar sobre algunos errores:

1.- No se sale internacionalmente por una «cuestión testicular». En Foros importantes todaví­a oigo un discurso entre institucional y pretendidamente experto en el que la «valentí­a» y el «arrojo» parecen ser los elementos crí­ticos para lanzarse a una aventura de este nivel. No acierto a comprender la lógica del argumento, pero como en el mar, la expansión internacional no quiere valientes…se los traga. El planteamiento de una expansión internacional debe estar mucho más allá de el orgullo personal, la ilusión de la internacionalidad y de otros planteamientos que tienen mucho más de emotivos que de racionales.

2.-Si la casa no está orden no tiene sentido salir de ella. Normalmente lo que uno sabe es de «franquiciar» en su territorio nacional o veces lo está aprendiendo, y en consecuencia si todo su territorio nacional no esta totalmente explotado, o si por lo que sea no esta en orden, dedicar esfuerzos y recursos a otra cosa, en este caso salir al exterior, es sencillamente mucho menos rentable y arriesgado que «ordenar la casa», por lo que en este caso una vez más la emotividad parece comerse a la razón.

3.- Además de entrar dinero, también sale. En un programa de internacional, lo normal es pensar que un buen estacazo de lo que vale nuestra marca con el canon de entrada hace rentable la cosa, cuando lo cierto es que cuando uno se pone a contar, viajes, asistencia y personal de central dedicado al asunto y se toma la molestia de ponerlo en una hoja de Excel, descubre que un programa de internacional o está dimensionado correctamente a más de un paí­s y con unos gastos controlados o lo que entra es mucho menos de lo que sale, si es que se quiere dar asistencia al socio internacional, porque si eso no se hace, el destino de «fracaso» ya esta sellado de entrada.

4.- Uno descubre que no sabe. Normalmente uno sabe operar sus unidades y su central, pero no sabe como enseñar a otro y darle asistencia para que haga lo mismo, que es una cosa diferente, y cuando se encuentra con esa realidad, uno lógicamente es más torpe, que cuando sabe hacerlo, y en consecuencia es más ineficiente y menos rentable.

5.- Lo rentable aquí­, no tiene porque serlo allá. Con frecuencia los cambios de moneda, de costumbre de consumidores o cualquier otra cosa que afecte al negocio puede hacer que el modelo de éxito no sea replicable o que para serlo tengan que aplicarse una serie de modificaciones que la experiencia irá marcando y eso claramente es mejor tenerlo previsto de salida.

En fin que esta no es una historia, ni tan chula, ni tan barata y que por descontado merece planificación.»

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